Hace siete años, un agricultor ecológico en nuestra isla me pidió hojillas de cera estampada, de celdillas pequeñas, para un enjambre que atrapó. Nunca tuvo abejas antes y no sabe nada acerca de las abejas. Así que puso este enjambre en una caja con cera estampada de 4,9mm y algún tiempo después puso un excluidor de reinas en la parte superior y un segundo alza. Nunca trató esta colmena y nunca abrió el nido de la cría de esta colmena. Cada año sacó algo de miel del segundo alza y esto es todo lo que hizo en estos siete años. Y esta colmena vive bien aparentemente. Ahora encontró un enjambre que colgó en un árbol, al lado de la colmena, y me llamó para preguntarme qué hacer. Yo le expliqué que esto es muy especial porque muchas colmenas alrededor están muriendose, aunque las tratadan con todo tipo de productos químicos contra la varroasis y esta colmena de celdas pequeñas vive bien sin problemas. El estaba de acuerdo que me llevo el enjambre para multiplicarlo. A cambio le di una colmena buena de mis abejas de celdas pequeñas.
Cuando fui a buscar el enjambre vi la colmena sobreviviente original. No la abrí porque el nunca tocó la camera de cria y yo no quería interferir. Pero frente a la colmena vi todo lo que quería ver. En el suelo, delante de la colmenam había una gran cantidad de cría de zánganos limpiado, en todas las etapas. Algunos con alas deformadas. Eso demuestra que esta colmena limpia las celdas de cría de zánganos infestadas como lo hemos visto en nuestras colmenas sobrevivientes.
cría de zánganos limpiada en frente de la colmena sobreviviente.
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Esto demuestra una vez más la importancia del número correcto y consistente de los zánganos en las colmenas de celdas pequeñas. Ellos son los verdaderos héroes y protegen la cría de las abejas obreras de la infección.