Lo de dejar fabricar a las abejas sus mismos panales, sin el uso de la cera estampada, seria lo ideal. Pero no conozco a ningún apicultor que lo hace sin tener primero abejas que saben fabricar celdillas más pequeñas que 4,9mm. El resto tiene que tratar sus colmenas.
Hay que ir paso a paso.
Mas de cien años que llevan las abejas en celdillas grandes es mucho tiempo y es necesario que las abejas primero aprendan a defenderse solas con éxito. Y para ello necesitamos primero la celdilla de 4,9 Mm. que aparentemente es la medida en que entran en armonía con la naturaleza. Imaginemos sólo que las abejas más pequeñas pueden entrar en flores más pequeñas. Por lo tanto también las composiciones del néctar y de los propóleos son diferentes. El propóleo es la medicina en la colmena y cuando la composición es correcta, como era millones de años antes, por supuesto, el efecto es mucho mejor.
Así que primero tenemos que acostumbrarlas a fabricar de nuevo celdillas pequeñas, como lo hacían hace mas de cien años y luego las podemos dejar fabricar a su aire. Este proceso lleva varios años. Hay algunos en nuestro grupo que lo están haciendo, pero no el final antes del principio. (Foto D. Murrell v)
Michael Bush parece que es el que más experiencia tiene en este campo.
Así fabrican entonces las abejas, si saben cómo hacerlo y no es necesario tratarlas más.
Como ya he dicho, no conozco ninguno por aquí que trabaje así y que no tenga que tratar. También hay algunos que trabajan con celdillas pequeñas, pero omiten lo esencial y por lo tanto también tienen que tratar.
Los ácidos orgánicos son en realidad tan malos para las abejas, como las otras sustancias químicas; ellos queman agujeros en el exoesqueleto de las abejas, que luego son naturalmente propensas a las enfermedades. Erik de Suecia dijo cuando llegó la Varroa allí, las abejas aguantaron una carga de Varroa de hasta 20.000 ácaros por colmena, hasta que las atacó el DWV virus (virus de las alas deformadas). Entonces comenzaron a ser tratados con ácidos (los demás químicos están prohibidos en suecia) y fue la consecuencia que las abejas se debilitaron tanto que ya apareció el virus de las alas deformadas con una carga de 1000 o 2000 ácaros por colmena.
Así vemos que todo esto tiene que ver con mucho estrés y que el sistema inmunológico de las abejas se debilita enormemente.
Ahora lo interesante es que en la península ibérica, la resistencia al DWV virus está aumentando (según el Dr. Fernando Calatayud, biólogo, Valencia). Allí no suelen tratar con ácidos orgánicos contra la Varroa, y como en suecia solo tratan con ácidos, significa que es muy probable que el empleo de éstos baje la resistencia al DWV. Es lógico, porque estos ácidos queman el exoesqueleto de las abejas y forman agujeros.